En el juego de mesa «¡A todo tren!», los jugadores son operadores de tren, configurando trenes con la combinación correcta de los vagones de carga necesarios para completar los contratos de entrega antes que sus oponentes.
Las cartas se utilizan de múltiples maneras: pueden ser utilizadas como vagones de ferrocarril o edificios que dan sporte a tu línea ferroviaria; utilizados como moneda para pagar el coste de construcción de los nuevos vagones y edificios; o utilizados como carga para distribuir en los vagones disponibles.
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